Vaya en primer lugar señalar, que esta entrada no pretende ser una crítica si no una de tantas opiniones formuladas acerca de la situación actual en la que se encuentra el sector de la construcción en España.

Es una reflexión dada bajo la perspectiva y mirada entristecida de un técnico de estudios que durante años ha colaborado en la elaboración de ofertas para su presentación en licitaciones de ámbito público y que ve con sopor e incertidumbre el rumbo que éstas están tomando.

Noticias como la drásticacaída de la actividad en España (bajó en un 22 % la licitación de contratos  públicos por parte de la Administración General del Estado), el reparto de puntuacionespara la adjudicación de los concursos, generan en los diferentes profesionales del sector, actitudes variopintas que van desde el temor ante la inestabilidad laboral al cabreo supremo al constatar que en nuestro país las cosas no se hacen bien.

¿Se utilizan los recursos disponibles de manera efectiva? España cuenta con una óptima calidad de trabajo de las consultoras e ingenierías, profesionales, que dedican todos sus esfuerzos y que sacrifican en muchos casos parte de su vida personal en pos de buscar soluciones técnicas para mejorar la presentación de las licitaciones y que garanticen el cumplimiento de los objetivos.

Pero, y éstos ¿Quién o quienes los marcan? ¿Por qué los responsables últimos no son capaces de entablar las directrices necesarias que permitan la toma de medidas para fomentar nuevas licitaciones? ¿Por qué no se invierte en los profesionales y en su desarrollo? ¿Por qué han de pleitear entre sí empresas constructoras ante laresolución de una adjudicación?

Preguntas que dejo sin respuesta bien porque no la tengo bien porque la obviedad de la misma llega a ser incluso insultante.

Para reforzar mi teoría (sí, esa de que en España las cosas no se hacen bien) aparece la UE cual caballero justiciero para marcar las pautas a seguir y poner un poco de cordura a este país de “maletines y bolsas de basura.”.

Mi pregunta es: ¿Realmente se empezará a valorar de una vez por todas el esfuerzo que realizan aquellos que emplean y dedican todo su tiempo en llevar a cabo un diseño de calidad?, buscando sin cesar, alternativas, estrategias y soluciones que optimicen los recursos y que aseguren la realización más favorable de las diferentes infraestructuras.